«Un Hombre Que Duerme» de Georges Perec es un clásico moderno que sigue la historia de un estudiante que, en el día de sus exámenes de sociología, decide no levantarse de la cama, abandonar sus estudios y cortar lazos con amigos y familiares. Encerrado en su chambre de bonne, sumido en la indiferencia hacia el mundo que le rodea, el estudiante se convierte en un espectador pasivo de su propia vida.
El protagonista se sumerge en París, realizando actividades cotidianas como ir al cine o leer periódicos, pero todo lo hace de manera automática, como si estuviera en un estado de sonambulismo. Esta actitud se convierte en una estrategia difusa para evitar deseos materiales, ambiciones y dependencias de objetos, elementos que siguen presentes en su entorno.
Esta novela perteneciente a la «literatura Oblomov» destaca por su profundidad y la exploración de la apatía y la desconexión del personaje con su entorno. La obra, que estuvo fuera de circulación en librerías españolas durante años, es una joya de la narrativa francesa de los setenta.
La nueva traducción de Mercedes Cebrián permite que los lectores hispanohablantes puedan disfrutar de esta obra maestra de Perec, que invita a reflexionar sobre la soledad, la alienación y la búsqueda de significado en un mundo indiferente.
En mi opinión, «Un Hombre Que Duerme» es una lectura desafiante y enriquecedora que cautivará a los amantes de la literatura experimental y filosófica. La prosa de Perec y la profundidad de su exploración psicológica hacen de esta novela una experiencia única e inolvidable para aquellos lectores que buscan adentrarse en las complejidades de la condición humana.
¿Has tenido la oportunidad de leer esta obra de Georges Perec? ¿Qué te pareció su enfoque en la apatía y la desconexión del protagonista? ¡Me encantaría conocer tu opinión!