En este libro, Christopher Hitchens se dirige a futuras generaciones de radicales, inconformistas, rebeldes, disidentes y personas airadas, alentándolos a cuestionar y desafiar las normas establecidas. Explora una amplia gama de posturas opuestas e invoca a mentores que van desde Zola hasta Vaclav Havel.
Hitchens destaca la importancia de discrepar no solo para mantener la integridad personal, sino también para fomentar un debate informado, el verdadero progreso y la democracia misma. Se basa en la idea de que la discrepancia es esencial para el crecimiento intelectual y social, y que la diversidad de opiniones enriquece la sociedad.
El autor toma como inspiración las «Cartas a un joven poeta» de Rilke, buscando fomentar una emulación similar entre sus lectores. Aboga por la valentía de expresar ideas contrarias, desafiando la ortodoxia y promoviendo la libertad de pensamiento.