«Pigmalión» de George Bernard Shaw es una obra que satiriza el sistema de clases inglés y cuestiona la artificialidad que separa a las personas, al mismo tiempo que celebra el poder del individualismo para romper esas barreras. El autor, defensor de causas adelantadas a su tiempo como el sufragio femenino y la independencia de las mujeres, utiliza la historia de Liza, una humilde florista, y Henry Higgins, un excéntrico fonetista, para reflexionar sobre las diferencias estructurales entre las clases sociales.
En la trama, Higgins acepta el desafío de transformar a Liza en una dama de la alta sociedad a través de lecciones de fonética, lo que pone de manifiesto la rigidez y la injusticia del sistema de clases imperante. La obra destaca la importancia del esfuerzo individual y la superación de las limitaciones impuestas por la sociedad, mostrando cómo Liza logra desafiar las expectativas y encontrar su propia voz.
George Bernard Shaw, reconocido por su prolífica producción literaria y su postura crítica ante las convenciones sociales, ofrece en «Pigmalión» una mirada perspicaz y provocadora sobre las divisiones de clase y el poder transformador del lenguaje y la identidad. A través de diálogos ingeniosos y personajes memorables, la obra invita a reflexionar sobre la naturaleza del cambio social y la verdadera esencia de la individualidad.
En mi opinión, «Pigmalión» es una obra atemporal que sigue siendo relevante en la actualidad, pues plantea temas universales como la igualdad, la autoafirmación y la lucha contra las etiquetas impuestas por la sociedad. La maestría de Shaw para combinar la sátira social con la profundidad psicológica de sus personajes hace de esta obra un clásico imprescindible para reflexionar sobre la complejidad de las relaciones humanas y la búsqueda de la verdadera identidad.
¿Has tenido la oportunidad de leer «Pigmalión»? Me encantaría conocer tu opinión sobre esta obra y debatir sobre los temas que plantea.